Frente a los miedos de los padres que deben afrontar un viaje más o menos largo con niños pequeños, hay que aclarar que esta circunstancia no deberían traer grandes inconvenientes. Si es tu caso, no desesperes. Aquí te traemos algunas recomendaciones si te tienes que subir por primera vez a un avión con un bebé.

Y es que si lo piensas bien, tu hijo seguirá siendo el mismo que en tierra, y lo más probable es que si el vuelo no es demasiado prolongado, mantenga sus mismos horarios para comer, dormir, despertarse, etc. Está en ti no generar que se sienta extraño alterando sus rutinas en exceso. Y tanto en el suelo como en el aire, la paciencia siempre debe primar.

Cómo elegir el vuelo

Volar con niños

Trata de que el horario del vuelo coincida con las horas en que más y mejor duerme el bebé. En la mayoría de los casos conviene, entonces, viajar de noche si la compañía área ofrece esta posibilidad y tienes que afrontar un vuelo de muchas horas.

Recomendaciones para seleccionar el asiento

Si el pequeñín tiene unos pocos meses y la aerolínea dispone de cunas para colocar frente a los asientos, es conveniente solicitar las ubicaciones de la zona delantera. Si el bebé ya no entra en esos dispositivos, deberás tenerlo en tus brazos, salvo que puedas optar por un vuelo en el que no viaje demasiada gente y cuentes con la posibilidad de colocarlo en el asiento de al lado. Si viajas con otro adulto, lo ideal sería conseguir una fila de tres asientos y que el niño quede en el centro.

En todo caso, deberías asegurarte un asiento que dé al pasillo, para poder moverte con más facilidad.

Cómo manejarse frente a la molestia en los oídos

Volando con un bebé

Si nos pasa a los adultos y cuesta manejarlo, qué podemos hacer frente a esa sensación de oídos tapados que suele presentarse sobre todo al despegar o aterrizar y que el niño también sufrirá. Un buen truco es darle una mamadera o chupete para que succione, o mucho mejor -si todavía es lactante- amamantarlo en esos momentos. También está la opción de colocarle unos tapones en los oídos que algunos aerolíneas proporcionan o que puedes adquirir en farmacias.

Consejos para cambiar el pañal al niño

Está claro que tu hijo no dejará de hacer pis o caca si lo subes a un avión. De todas formas, no está de más ponerle un pañal nuevo justo antes de embarcar. Bien sabido es que los baños de las aeronaves son bastante pequeñitos. Así que tendrás que apañártelas para lograr cambiarlo, sobre todo si el bebé ya no es tan pequeño.

Lo ideal es que una persona te asista desde fuera del baño para acercarte todos los elementos necesarios para la higiene del niño. Otra posibilidad es que, si solo ha hecho pipí, lo cambies en el asiento.

Cómo manejarse a la hora de la comida de tu hijo

Si amamantas a tu niño, y siempre teniendo en cuenta las limitaciones del espacio, no debería haber inconvenientes para mantenerlo bien alimentado durante el vuelo. También puedes llevar leche, si es en polvo mejor. Y si el pequeño ya ingiere alimentos sólidos, puedes optar por la comida para bebés que ofrece la aerolínea, o manejarte con comida que le proporciones, si es posible envasada al vacío. En todo caso, consulta previamente con la compañía para evitar problemas de cualquier tipo.

Qué hacer para poder comer tú durante el vuelo

En cuanto a tu propia alimentación, si tienes la suerte de que sirvan la comida justo cuando el bebé duerme, no habrá mayores inconvenientes. Si no, al igual que en tierra firme, deberás ingeniártelas. ¿Cuántas cosas aprendiste a hacer con una sola mano y en poses extrañas desde que tienes un hijo?

Trucos para entretener al pequeñín

Bebé en un avión

Está claro que el niño no dormirá todo el tiempo. Ya lo dijimos, seguirá con sus horarios habituales. Por eso, al momento de entretenerlo, tampoco deberías variar mucho sus rutinas. En este caso también, de acuerdo a su edad, deberías llevar sus juegos o juguetes preferidos. O cargar en una tablet sus dibujos o películas predilectas y sacarlas de la bolsa de mano en el momento más necesario. Tampoco está de más el factor sorpresa. Algún objeto nuevo puede hacer maravillas cuando es necesario distraer al bebé.

No des importancia al que dirán

Gente que se molesta por todo se encuentra en los lugares más variados. Y el avión no es la excepción. Es probable que también te cruces con personas a las que no le gustan los niños y se quejen por los ruidos, movimientos, olores, etc. Tómalo con calma, haz caso omiso o, en todo caso, pídele al personal del avión que lo resuelva.

Si te ganan los nervios, tu hijo también se pondrá nervioso y solo se empeorará la situación. Así que mucha paciencia que, más temprano que tarde, la aeronave aterrizará y tú ya habrás superando la experiencia de viajar por primera vez en avión con un bebé.