Cuando hablamos de Madrid a la mente acuden todas las posibilidades que ofrece la capital del país, con sus grandes museos, teatros y salas de espectáculos, sus parques de atracciones, sus múltiples actividades de ocio y sus barrio, con un valioso patrimonio artístico e histórico.

Sin embargo, no podemos olvidar esos rincones culturales que vale la pena conocer en tierra madrileña, como sus bellas e interesantes ermitas. Ya seas turista o vivas en la capital, acercarse a descubrir algunas de las ermitas más bonitas de Madrid en un paseo de una mañana o una tarde resultan un plan perfecto solo o en compañía.

Ermitas de Madrid: Santa María La Antigua

Carabanchel
Fuente: Wikimedia/Zarateman CC0 1.0 Universal

En el barrio de Carabanchel se encuentra la ermita de Santa María La Antigua (Calle de Monseñor Oscar Romero, 92, 28047 Madrid). Se levantó en el siglo XIII, sobre una antigua villa de época romana, y su interés es indiscutible si tenemos en cuenta que es el templo mudéjar más antiguo de la comunidad autónoma. La ermita se utiliza como capilla para el culto en el cementerio de Carabanchel y solo es posible visitar su interior cuando se celebra la misa los sábados a las 11:00 horas.

San Antonio de La Florida

San Antonio de La Florida

Una visita imprescindible en Madrid la constituye la siguiente de las ermitas que te proponemos conocer: la ermita de San Antonio de La Florida (Glorieta San Antonio de la Florida, 5, 28008 Madrid ). Y es que aquí se encuentra un conjunto de pinturas dieciochescas de Francisco de Goya. Pero su historia es curiosa.

Resulta que la ermita, con estilo neoclásico y planta de cruz griega, se construyó por orden de Carlos IV enfrente de la fuente del Abanico, y en el año 1905 fue declarada Monumento Nacional. Pero su valor es tal que ya en aquellos primeros años del siglo XX existía una preocupación especial para su conservación. De tal forma se decidió construir una copia de la misma, justo a su lado, en donde celebrar los cultos y convertir el templo original en el museo de Goya. De hecho, no solo tiene relevancia por exponer en su interior los frescos del artista, sino también porque aquí yacen sus restos desde 1919.

Cada año, el 13 de junio, se celebra aquí una popular romería, una ocasión perfecta si todavía no las conoces para descubrir estas ermitas gemelas en plena capital del país.

Ermitas de Madrid: Virgen del Puerto

Ermita de la Virgen del Puerto
Fuente: Wikimedia/Luis García CC BY-SA 3.0

A la orilla del río Manzanares se alza la ermita de la Virgen del Puerto, dentro del área del parque Río Madrid. Este pintoresco templo, junto al puente de Segovia, y rodeado de zonas verdes, debe su nombre al puerto de Lisboa. Ello es debido a que en el puerto lisboeta, en la antigüedad, había una ermita con la imagen de la Virgen. Pero esta figura se trasladó a Plasencia tras la invasión árabe y tiempo después fue realizada una réplica para el templo madrileño que mandó construir el marqués de Vadillo.

Este templo no era sino otro que la ermita de la Virgen del Puerto, que el alcalde de la ciudad por aquel entonces propuso levantar para que las lavanderas que hacían su labor en el río Manzanares pudieran cumplir con sus obligaciones religiosas. El proyecto de la ermita fue obra de Pedro de Ribera, quien también se encargó de realizar el Museo de Historia de Madrid y la Fuente de la Fama, entre otros.

No obstante, la ermita de la Virgen del Puerto quedó destruida en su mayor parte durante la Guerra Civil, por lo que debió ser reconstruida en la década de los años cuarenta del siglo XX, y en 1945 fue catalogada como Monumento Histórico Artístico.

Ermitas: Nuestra Señora de Valverde

Ermitas de Madrid: Nuestra Señora de Valverde
Ermitas de Madrid: Nuestra Señora de Valverde

Encontramos la ermita de Valverde en el distrito de Fuencarral-El Pardo, en el antiguo camino de Francia, dentro de todo un conjunto monumental. También conocido como el santuario de Nuestra Señora de Valverde, se alza en el mismo lugar en el que cuenta la tradición que se encontró la imagen de la Virgen, de forma milagrosa, en el año 1242. En su entorno también se levantaron posteriormente otras edificaciones, como una casa-palacio y un monasterio.

En la actualidad, el conjunto monumental, propiedad del ayuntamiento de Madrid, puede visitarse y aglutina la ermita de Valverde, la capilla de Nuestra Señora de la Guía, un centro cultural dentro del antiguo monasterio y la casa palacio de los marqueses de Murillo, que aloja las estancias administrativas.

Ermita de San Isidro

Ermita de San Isidro

En esta selección no podía faltar una de las ermitas más populares de Madrid: la ermita de San Isidro, que puedes visitar de domingo a viernes entre las 10:00 y las 14:00 horas, así como los sábados durante la misa. También se localiza en el barrio de Carabanchel, y su advocación se dirige al patrón de la capital: San Isidro Labrador. Cada año, el 15 de mayo, festividad de San Isidro, se celebra una concurrida y animada romería.

El templo actual fue construido en el año 1725 y la fuente data del siglo XII. Además, en el interior de la ermita todavía se celebra el rito hispano mozárabe en algunas ocasiones especiales.

Detrás de la ermita de San Isidro se encuentra el cementerio de San Isidro, el camposanto sacramental más antiguo de la capital, que se inauguró en el año 1811 y que, en la actualidad, está catalogado como Cementerio Histórico. Es posible apuntarse a las visitas guiadas para conocer sus numerosos monumentos y anécdotas.

Ermita del Parque del Capricho

Ermita del Parque El Capricho
Fuente: Wikimedia/ Håkan Svensson CC BY-SA 3.0

Por último, vamos a animarte a que te acerques a descubrir la ermita de uno de los parques más bonitos de Madrid: el Parque del Capricho. En este espacio de 14 hectáreas, creado por orden de los duques de Osuna, se alza una pequeña ermita con una curiosa historia.

Se cuenta que fueron los duques los que tuvieron la idea de que en estos jardines habitara un anacoreta en la ermita del Capricho, también conocida como la ermita del Cura. Acordaron con un mendigo que se convirtiera en ermitaño, rezara todos los días por ellos y que no se cortara nunca las uñas ni el pelo, a cambio de alojamiento y comida. Se le conocería como Fray Arsenio. Este ejerció su papel de devoto durante unas dos décadas y hay quien asegura que, al fallecer, fue enterrado a los pies del pequeño templo. Hay quien dice que su fantasma merodea por los alrededores.