El Teatro Museo Dalí en Figueres, una de las últimas grandes obras de Salvador Dalí, quien falleció en 1989, es uno de los más importantes y visitados de España. Ubicado en el interior de la provincia de Girona, en la Costa Brava, y a pocos kilómetros de Barcelona, recibe al año más de un millón de visitantes.
Fue inaugurado en 1974. En el diseño y en la construcción Dalí participó desde el inicio, ya que tenía la intención de dejarlo como legado para su ciudad. La construcción partió de los restos del antiguo teatro municipal de Figueres, el cual había sido destruido durante la Guerra Civil. Tras la muerte del artista, su tumba se ubicó en una cripta del museo, bajo la gran cúpula geodésica.
La enorme afluencia de turistas y las particularidades del museo, hacen fundamental que planifiquemos la visita para poder aprovechar al máximo esta asombrosa experiencia.
Si estas pensando en visitarlo, te invitamos a apuntar los siguientes consejos:
Cuándo visitar el museo Dalí
Si bien el museo está abierto todo el año durante el verano la afluencia de turistas aumenta. Si vas a ir en la época estival, la forma de evitar largas colas es aprovechar un día de playa para visitar el museo, y por supuesto comprar las entradas con antelación.
Los horarios diurnos son: de noviembre a febrero desde las 10:30 a 18 horas. Los meses de marzo y octubre el Museo abre de 9:30 a 18 horas y de abril a septiembre de 9 a 20 horas. El último acceso es 45 minutos antes del cierre.
Solo de finales de julio a finales de agosto, de 22 a 1:15 horas el Museo abre en su horario nocturno, con último acceso a las 0:45 horas. A su vez, todos los lunes de octubre a junio, 25 diciembre y 1 de enero el Museo permanece cerrado.
La visita tiene una duración aproximada de 1 hora y 45 minutos.
Qué ver en el Museo Dalí
La impronta surrealista ya se puede observar desde su exterior, donde junto a las llamativas fachadas del edificio de colores vivos, destacan los curiosos y enormes huevos de las cornisas y una enorme cúpula de cristal, la cual se ha convertido en la imagen icono del museo.
Una vez dentro del museo te harán entrega de un folleto para orientar la visita por las 22 salas, siendo este el único recurso, ya que son inexistentes los paneles explicativos, itinerarios cronológicos u orden temática de las salas, por lo que el visitante camina hacia una experiencia propia y única en un mundo lleno de sorpresas.
Algunas de las salas y espacios que no puedes dejar de ver en tu recorrido son:
La Torre Galatea
La famosa Torre Galatea, originalmente Torre Gorgot, fue bautizada con ese nombre en honor a Gala. Aunque se trata de una torre del siglo XVII, el diseño del exterior, con colores vivos, panes y huevos, corresponde a Dalí. Como curiosidad cabe destacar que esta fue su última residencia.
La Plaza Gala – Salvador Dalí
La entrada al Museo Dalí comienza por la Plaza Gala – Salvador Dalí. La fachada del museo, totalmente reconstruida, es la del antiguo Teatro Municipal de Figueres, diseñada en 1850 por Roca y Bros en estilo neoclásico. En el medio de la plaza sobresale la escultura dedicada al filósofo Francesc Pujols, concebida por el propio Dalí.
El patio y el escenario
El omnipresente patio es el elemento principal del museo. En el centro se expone una de las obras más importantes de Dalí: “Carro Naval. Cadillac lluvioso”, que consiste en un Cadillac, dentro del cual lloverá si introducimos una moneda, una pila de neumáticos sosteniendo una de sus antiguas barcas y la escultura La Reina Esther de Ernst Fuchs. La visita continúa con el acceso al escenario, coronado por la famosa cúpula geodésica con forma de ojo de mosca.
El escenario tiene tres elementos fundamentales: el óleo de 4 metros de alto “El torero alucinógeno”, el óleo “Gala desnuda mirando el mar que a 18 metros aparece el presidente Lincoln”. Y en medio de la sala está la losa sin inscripción que esconde la tumba de Dalí, que pasa desapercibida para la mayoría de los turistas. Justo debajo del escenario se encuentra la Cripta de Dalí, con su nombre, su título de “Marqués de Púbol”.
Desde el escenario se accede a la Sala del Tesoro, donde se encuentran algunas de las obras favoritas de Dalí.
La Sala de las Pescaderías
Ubicada en la planta baja, el visitante se encuentra con obras como “Autorretrato blando con bacon frito” y el Retrato de Pablo Picasso en el siglo XXI.
La Sala Mae West
Subiendo al primer piso está la imponente sala que forma la obra “Rostro de Mae West” utilizado como apartamento, compuesta por muebles y elementos decorativos que toman sentido cuando el visitante la observa desde el pequeño mirador.
Segundo piso
Aquí se encuentra la galería semi-circular en torno al patio principal que contiene solo obras del pintor, amigo de Dalí, Antoni Pitxot.
Sala de Obras Maestras
En el tercer piso se puede visitar la Sala de Obras Maestras, con piezas de algunos de los artistas favoritos de Dalí: Bouguereau, Duchamp, El Greco, Fortuny, Urgell, etc.
El Palacio del Viento
Ya casi al finalizar el recorrido, nuevamente en la primera planta, está el Palacio del Viento: el techo está cubierto por el impresionante “Planel central del techo del Palacio del Viento”, obra basada en el poema de Joan Maragall L’Empordà que hace referencia a su región natal.
El bonus, antes de abandonar la visita por el museo, es el recorrido por el Dalí – “Joyas, un pequeño espacio” donde se exhiben 39 joyas diseñadas por Dalí y algunos de sus bocetos originales.
Si has quedado fascinado por el encantador mundo de Salvador Dalí, y si tras conocer el Museo quieres seguir adentrándote en su historia, te invitamos a visitar el Castillo Gala Dalí de Púbol, a 40 kilómetros al sur de Figueres y la Casa Salvador Dalí de Portlligat, dos sitios que completan el llamado Triángulo Daliniano.
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