Hay un lugar en la Tuscia del Lacio, a los pies del Monte Cimino, en la provincia de Viterbo, en Italia, tan especial como único. Su historia y sus esculturas resultan tan fascinantes que incluso sirvieron para que el escritor Manuel Mujica Láinez publicara una de sus novelas más recomendables: Bomarzo (1962), que cinco años después se convirtió en ópera, encargándose el propio autor del libreto, con la música del compositor Alberto Ginastera.
Pero ¿qué tiene este lugar que atrae a viajeros de todas partes del mundo y que parece hipnitozar a todo aquel que se acerca a conocerlo? Hoy te descubrimos Bomarzo, el Parque de los Monstruos italiano y te contamos lo que has de saber para visitarlo.
Historia de Bomarzo
Bomarzo es un parque escultórico en el interior de un frondoso bosque en el que se suceden los animales mitológicos y diversos monstruos pétreos. Este mágico lugar cuenta ya con más de cinco siglos de historia y tiene su origen en una historia de amor. Fue el príncipe Pier Francesco Orsini quien encargó su diseño al arquitecto y paisajista Pirro Ligorio en el año 1552. Ligorio no era un arquitecto cualquiera, sino quien se había encargado ya de finalizar las obras de la basílica de San Pedro tras la muerte de Miguel Ángel. El artista aceptó el trabajo, que desarrolló hasta hasta 1558.
Orsini se embarcó en la creación de aquel parque en las decenas de hectáreas de su finca, en el valle a los pies de su castillo, como una muestra de afecto a su mujer Giulia Farnese, a quien estaba dedicado, pues cuando esta y su primogénito fallecieron, Orsini cayó en un profundo duelo que le provocó aislarse en Bomarzo y dar rienda suelta a su imaginación en aquellas creaciones. Hay incluso quien afirma que el recorrido por el parque y sus figuras constituye todo un viaje iniciático.
De hecho, el lugar también es conocido como Bosque Iniciático o Bosque Sagrado (Sacro Bosco), aunque también se le ha denominado simplemente la Villa de las Maravillas. Pero cuando murió su creador, este sitio tan especial fue abandonado y así estuvo durante centurias. No obstante, 400 años más tarde, lo recuperó la familia Bettini, quien lo adquirió y restauró con la intención de abrirlo al público para su visita, lo cual se hizo en la segunda mitad del siglo XX. Por todo ello, es posible contemplar una lápida de una de sus miembros, Tina Severi Betteni, en el interior del Templo.
Monstruos de Bomarzo
Más de una treintena de esculturas, talladas en piedras y rocas naturales del propio terreno donde se ubican, sorprenden al viajero al recorrer el mágico bosque de Bomarzo, las cuales se imaginaron tomando como inspiración las esculturas de las catedrales medievales. Cuando te adentras en el Parque de los Monstruos, lo primero que dejarás atrás son las esfinges a la entrada, que te reciben con el mensaje de «Quién no muestra estupor ante las estatuas de Bomarzo no podrá tampoco admirar las siete maravillas del mundo». Luego verás la gran testa de Proteo-Glauco, un pescador que se transformó en un monstruo marino después de engullir una hierba mágica.
Otra de las esculturas más significativas es la que representa la lucha entre el héroe mitológico Hércules y Caco, hijo del dios Vulcano. Hay además grupos escultóricos como el formado por la Tortuga y el Pegaso o el Elefante y Neptuno, además de Los Leones y La Furia, y la Equidna. También verás la estatua del Dragón, el Gigante o el Orco con la boca abierta, que se ha convertido en la más famosa y representativa de todo el parque. En la parte superior de la boca del orco se puede leer «Dejad todo pensamiento los que aquí entráis».
No obstante, además de las esculturas, encontrarás otros puntos de interés como fuentes, obeliscos y edificios como la inconfundible Casa Inclinada, que se encuentra dedicada al cardenal Cristoforo Madruzzo, quien era un amigo del matrimonio Orsini.
Además de monstruos y seres mitológico, en una zona apartada, puedes visitar el templo de Giulia Farnese, que Orsini dedicó a su esposa. Se trata de un edificio con columnas y con una mezcla de estilos renacentista, etrusco y clásico. Es conocido como El Templo de la Eternidad.
Visitar Bomarzo
Todas esas maravillas volvieron a ponerse de actualidad y atraer la atención del gran público cuando el artista español Salvador Dalí rodó un cortometraje sobre el parque, el cual también sirvió de inspiración para una de sus obras pictóricas La tentación de San Antonio. Desde entonces, la fama del Parque de los Monstruos no ha hecho nada más que crecer y atraer a visitantes año tras año. Incluso, en el año 2015, se puso a la venta un juego de mesa basado en él denominado Bomarzo, de Stefano Castelli.
Para acercarte a conocer el Parque de los Monstruos debes ir a la provincia de Viterbo, donde se encuentra la localidad de Bomarzo, a unos 90 kilómetros de Roma. Para llegar al Bosque Sagrado, lo mejor es alquilar un coche, puesto que es algo complicado hacerlo en transporte público, ya que hay que tomar dos autobuses o trenes distintos y puede resultar difícil combinar horarios. Si sigues las autopista del Sole A1 llegarás sin problema en coche, aunque si acudes por la ruta de carreteras que prefieras, está señalizado desde todas las dirección.
Para acceder al parque es necesario abonar una entrada de unos 11 euros para el público en general, y de un par de euros menos para determinados grupos, como niños de entre 4 y 13 años. No es necesario efectuar reserva previa. Asimismo, se puede visitar el castillo de los Orsini (Castello Orsini), desde el que contemplar unas espectaculates vistas de la zona.
Si te acercas al Parque de los Monstruos, también te aconsejamos que realices una parada en el bonito pueblo de Bomarzo, un lugar en el que recorrer su centro histórico y degustar la gastronomía típica de la provincia de Viterbo. Uno de esos destinos italianos para tener en cuenta para tus próximas vacaciones.
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