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En el mundo hay pueblos con alma vieja, tan vieja como el tiempo. Pasear por sus calles es entrar en una parte de la historia que no hemos tenido la oportunidad de vivir. Ellos son nuestro modo de transporte hacia el pasado histórico. Besalú es uno de estos sorprendentes pueblos y, para nuestra suerte, está en España, en la bella provincia de Girona.

Besalú es un pueblo medieval que parece sacado de un cuento. El perfil arquitectónico de esta perla histórica se dibuja a través de torretas, arcos y por supuesto su famosísimo puente fortificado. Visitar Besalú con niños es como darles una lección de historia pero dejándolos vivirla en primera persona e imaginarse cómo sería su vida en aquella época. En Besalú fácilmente nos podemos imaginar las escenas de vecinos en sus quehaceres cotidianos, comerciantes llegados de largos viajes y sobre todo, una hermosa convivencia de culturas.

¿Cuál es la historia detrás de Besalú?

Besalú

La pequeña Besalú fue el hogar de cristianos y judíos. En ella, ambos pueblos convivieron pacíficamente durante siglos y compartieron con respeto su espacio en esta pequeña y bella villa. Besalú se nombra por primera vez en los textos del siglo X. Por entonces ya se había convertido en la capital del condado independiente debido a la muerte del último conde que falleció sin descendencia, Wilfredo el velloso. Besalú era una fortaleza localizada encima de un cerro y ubicada entre dos ríos: el Capellades y el Fluviá, este último uno de los más importantes en Cataluña.

En la Edad Media este pueblo era un ejemplo de convivencia de judíos y cristianos. Los primeros se dedicaban a las labores artesanales, la medicina y las finanzas mientras que los últimos se volcaban en el cuidado de la tierra. Y así fue por muchos años, hasta que la famosa peste negra llegó y separó a estos dos pueblos. Poco a poco y por diferentes motivos los judíos fueron emigrando y sólo los cristianos quedaron en el pueblo.

Las 5 visitas que no te puedes perder en el pueblo de Besalú

Besalú - Foto de Mikipons
Besalú – Foto de Mikipons

Se trata de un destino muy turístico, y lo es por una razón, su gran valor histórico. Siempre decimos que es mejor hacer un turismo alternativo, en rutas desconocidas y lugares más locales. Y así es. Lo que no podemos negar es que hay lugares que merecen una visita, aún siendo turísticos. Besalú es uno de ellos sin dudas, y hay 5 visitas en este precioso enclave que no te puedes perder:

  • El puente fortificado de Besalú es su icono, la imagen que verás en todos los anuncios y postales. El puente fue originariamente construido en el siglo XI y destruido en la época de la guerra civil volándolo con dinamita. Lo que vemos hoy en día es una reconstrucción del puente original hecha en 1965, lo que no le quita la belleza y el encanto que posee. Su forma de codo en el medio era una manera de aprovechar el apoyo que ofrecían las rocas naturales del río que va por debajo. Ingeniería de la Edad Media.
  • La Mikvé judía, la única conservada desde la Edad Media en España y de las pocas en el mundo. Se trata del espacio donde los judíos se bañaban para purificarse, tal como manda el judaísmo. Tras haber sido abandonada desde el siglo XV, su redescubrimiento no ocurrió hasta los años 60 al hacer obras en el edificio que antiguamente ocupaba la sinagoga.
  • Rodeando la Mikvé se encontraba el barrio de la judería en Besalú. Hoy en día se pueden ver los restos entre las serpenteantes callejuelas que recorren la zona. Este es uno de los grandes atractivos de Besalú, el poder perderse en las pequeñas calles que nos hablan de otros tiempos. Todavía hoy en día a través de sus restos y nuestra imaginación se pueden sentir las personas que los vivieron y las escenas que allí ocurrieron.
  • Un monasterio de la Edad Media es un lugar imponente que respira sobriedad. Así es el monasterio de Sant Pere de Besalú, un recinto del siglo XII que transmite al mismo tiempo una gran elegancia.  Los leones que decoran su fachada son el símbolo de la protección de la iglesia contra el Mal. Dos reliquias guardadas en su interior convierten a Besalú en un destino para los peregrinos.
  • Por último e igualmente imprescindible que conozcas la iglesia de Sant Pere de Besalú, su parroquia originaria. El edificio que la contiene es del año 1160 donde volvemos a encontrar la figura de los leones. El interior de la iglesia está magníficamente decorado y con una estructura del ábside muy particular y alejada de los cánones estándar.

Mis consejos viajeros para conocer Besalú sin sentirte un turista

Besalú
  • Madruga y disfruta de las visitas guiadas en calma. Aunque estar de vacaciones es para algunos símbolo de levantarse tarde, si pasas esa barrera mental encontrarás muchos beneficios y muy poca gente alrededor.
  • Quédate a dormir en el pueblo o en un lugar cercano. Eso te permitirá más libertad y más facilidad de movimiento. E incluso aunque madrugues podrás hacer una pequeña siesta después de comer y empezar la tarde con más energía.
  • Pasea por la ciudad sin prisa y sin pararte demasiado con las fotos. Es precioso tener recuerdos pero tu cabeza es la mejor máquina de fotos y lo que más te hará vivir en el momento
  • Prioriza lugares locales para comer o cenar, regentados por familias de la zona. Será una gran contribución a su economía e incluso puede que hagas nuevos amigos

Besalú es un lugar con tanto encanto que la experiencia que saques de la visita dependerá mucho de lo que tú decidas hacer de ella. Así como hay un movimiento de “Slow Life” para vivir con calma también hay una manera de viajar “Slow travel” donde no es necesario ir corriendo a ver todos los monumentos si eso implica no entender lo que ven tus ojos.

Te he recomendado 5 visitas que son esenciales, adáptalas a tu tiempo y a tu ritmo y si lo necesitas escoge las que más te inspiren para hacer visitas en las que entiendas el patrimonio histórico que estás observando y saborees los rincones de un pueblo que si te dejas llevar te transportará a otro mundo en un tiempo muy lejano.