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¿Nunca te ha pasado que lo primero que reconoces cuando llegas a un destino son los olores? Te bajas del coche, del autobús o del avión y piensas: “¿y este olor…?”. Lo mismo que cada casa tiene un aroma particular (y a veces inexplicable), también lo tienen nuestras ciudades: podríamos cerrar los ojos y reconocer nuestra ciudad tan solo respirando su olor, como si abriéramos la puerta de nuestro hogar: “ya estoy en casa”.

A continuación, hacemos un recorrido por los olores más características de las ciudades españolas. Pero antes de que nos envalentonemos, un aviso: aquí no encontrarás esos “otros olores” que también caracterizan las ciudades en determinada época del año, hora del día… o de la noche. Mejor nos quedamos con los aromas agradables.

Azahar (Valencia)

Olores más característicos
Naranjos ante la catedral de Valencia. Fuente: Unsplash

La huerta valenciana tiene mucho que decir sobre los aromas de la ciudad del Turia. Solo en la comarca de l’Horta se cultivan 25.000 hectáreas entre las que se pueden encontrar cereales, olivo, arroz y cítricos. Más de la mitad de los cultivos de la Huerta son para los cítricos incluyendo mandarinas y naranjas dulces. Y no hace falta recordar la fama mundial de las naranjas de Valencia, ¿verdad?

Es así como a Valencia llega el inconfundible olor de la flor del azahar, esas flores blancas del naranjo o del limonero que embriagan con su fresco aroma. Su nombre no engaña, procede del árabe az-zahr (flor) y es un cultivo introducido por los árabes a su llegada a la península en el siglo VIII. Hasta tal punto prendieron bien los cítricos en la península que 13 siglos más tarde España es líder mundial en exportación, con Valencia como referencia.

Pescaíto frito (Cádiz)

Olores más característicos
Tapa de chipirones fritos. Fuente: Depositphotos

Es uno de los aromas más característicos de nuestro litoral, especialmente en verano. Porque el pescaíto frito huele a verano, Nivea y alpargatas, es sinónimo de chiringuito, noche a la fresca y cantos a la luna.

Incluso aquellas personas que no son fanáticas de este plato tan característico de nuestra gastronomía más popular disfrutan de su olor. Porque el pescaíto frito es como las vacaciones, siempre anheladas. Y aunque podemos encontrar un buen plato de pescaíto frito en muchas zonas costeras españolas, nos quedamos con la bahía de Cádiz donde huele a verano hasta en enero.

Marisco (Vigo)

Olores más característicos
Un mercado en Vigo. Fuente: Depositphotos

Entre Vigo y A Coruña, entre Muro y O Berbés, se suelen repartir los récords de ventas y facturación en las lonjas de pescado. Tras dos años difíciles por la pandemia, las rulas gallegas se han ido recuperando descargando más cantidad de pescado y marisco: hasta 74.000 toneladas en los primeros ocho meses de este 2022.

Y aunque buena parte de estas subastas se van a otras latitudes, no cabe duda de que el mejor marisco fresco se puede degustar en ciudades gallegas como Vigo aportando su inconfundible aroma a la ciudad.

Jazmín (Granada)

Olores más característicos
Macetas con plantas en el Albaicín. Fuente: Unsplash

El Albaicín es uno de los barrios más embriagadores de España, una joya urbana a un paso de la Alhambra. Son sus calles estrechas y empinadas, sus rincones ocultos y misteriosos, las casas encaladas que refulgen con el sol, y las plantas con sus flores que arrebatan al viajero.

Y entre ellas destaca el jazmín que también procede del árabe clásico: yāsamīn que se puede traducir como “regalo de Dios”. Pues eso es el Albaicín y toda Granada, un regalo divino para los sentidos.

Sidra (Gijón)

Olores más característicos
El árbol de la sidra en el Puerto Deportivo de Gijón. Fuente: Depositphotos

Es un olor ácido, penetrante y terroso, como si pudiéramos trasladarnos al bosque astur sin salir del chigre. Es el olor de la sidra escanciada que es absorbida por el serrín todavía habitual en muchas sidrerías asturianas.

Y aunque en cualquier ciudad y pueblo del Principado encontrarás una buena botellina de sidra, Gijón es la capital del jolgorio astur. Ya sea en torno a la plaza Mayor, en el barrio del Carmen o el barrio de la sidra del Llano, Gijón sabe a mar y huele a sidra, ¿o era al revés?

Aceite (Jaén)

Olores más característicos
Mar de olivos en Jaén. Fuente: Unsplash

Cruzas Despeñaperros en dirección sur y buscas un bar de carretera en el que repostar y estirar un poco las piernas. Y al salir del coche un impacto indescriptible, es el aroma de los olivos, de las aceitunas y del aceite. Ya estamos en Jaén.

Lo cierto es que, en un principio, cuesta acostumbrarse porque se trata de un olor denso y penetrante, que casi marea en los primeros minutos. Pero cuando te ponen unas aceitunas con la caña y las miras brillantes y estupendas recuerdas que has llegado a la tierra del oro, de uno los productos más venerados de nuestra gastronomía. ¡Bendito aceite! ¡Bendita Jaén!

Churros (Madrid)

Olores más característicos
Chocolate con churros. Fuente: Unsplash

Que sí, que Madrid huele a muchas cosas, y que no todas ellas son memorables. Pero no me digáis que cuando el frío empieza a apretar y repescamos la bufanda del armario, la capital no pone su mejor cara y se envuelve en el aroma del invierno, de la noche infinita que termina dulce bañada en un chocolate con churros. El invierno madrileño huele a rastro, a sonrisas iluminadas en la Gran Vía y a ponme un cortadito, Paco. ¿Una porra? Que sean dos.

Lavanda (Guadalajara)

Brihuega
Festival de La Lavanda | turismobrihuega.com

Los influencers van a los campos de lavanda como los mosquitos a la luz: es un imán de likes y manos que acarician flores moradas. Pero hay algo que todavía no pueden captar las redes sociales por mucho que pongamos cara de perfumista: el aroma de las flores, el inconfundible olor fresco, floral y amaderado de la lavanda.

Formando parte de los ingredientes de algunos de los perfumes más embriagadores del mundo, la lavanda se extiende en diferentes puntos de España, pero los campos más famosos están Brihuega en Guadalajara, ya sabes, la “Provenza española”.

Mediterráneo (Barcelona)

Olores más característicos
Playa de la Barceloneta. Fuente: Unsplash

Haz la prueba. Vete a pasear una mañana por las calles de la Barceloneta sin acercarte a la playa. Solo camina por esas estrechas calles con final azul. Y luego detente un momento y huele: algas, salitre, brisa y sensualidad. Es la promesa del mar que se encuentra al final de la calle, uno de los aromas más característicos de Barcelona.

Y aunque esta ciudad es también un crisol aromático, como un tratado sobre los más variados olores urbanos, el Mediterráneo los envuelve a todos en su sereno y fraternal manto azul.

Azahar (Sevilla)

Olores más característicos
Patio de los naranjos en la catedral de Sevilla. Fuente: Unsplash

Terminamos este mapa de los olores más característicos de nuestro país como empezamos: sintiendo en la memoria el inconfundible aroma de la juventud, la esperanza y el salero. Así huele Sevilla, una de las capitales aromáticas del planeta.

Porque la ciudad andaluza es un regalo para todos los sentidos, pero particularmente para nuestro olfato, el que se enardece con los aromas del pescaíto frito, del incienso de la Semana Santa, de la primavera de la Feria de Abril, de las castañas invernales y, por supuesto, del azahar, la flor que crece entre naranjas y que es todo un símbolo de esta ciudad inolvidable.