La tierra portuguesa acoge maravillosas ciudades y bellos pueblos que siempre reciben al viajero con hospitalidad y los brazos abiertos, y en las que es posible disfrutar de su patrimonio, su gastronomía y sus actividades de ocio.
Pero aquí y allá, el país está lleno de lugares muy concretos que merece la pena descubrir, que no se encuentran siempre entre los más conocidos o en grandes núcleos de población, en los que te recomendamos detenerte en alguno de tus viajes o rutas. Estos son algunos de los rincones de Portugal que deberías conocer y que te ayudarán todavía más a enamorarte del país vecino.
Citânia de Briteiros
Situado en la cima del monte de São Romão, a 15 kilómetros de la ciudad de Guimarães, se encuentra uno de los lugares históricos más especiales de Portugal: Citânia de Briteiros. Este antiguo asentamiento castrense, de algo menos de cuatro hectáreas, alcanzó su máximo apogeo en el siglo II a. C. Su buen estado de conservación te permite pasear por sus calzadas y descubrir las los restos de más de un centener de antiguas viviendas de planta circular, elíptica o rectangular, algunas de ellas reconstruidas por completo.
Todo ello contribuye a sentir que viajas en el tiempo en un tranquilo y hermoso entorno natural. Citânia de Briteiros puede visitarse durante todo el año en horario interrumpido dese las 09:00 horas, hasta las 17:00 horas entre los meses de octubre y marzo, y hasta las 18:00 horas de abril a septiembre.
Gruta de Benagil
Muchos son los que conocen este rincón de Portugal, pero también son muchos los que todavía no han oído hablar de él. Seguramente sea uno de los espacios naturales más fotografiados por aquellos que se acercan a las costas del Algarve, cerca de la ciudad de Lagoa, donde se suceden grutas y cuevas en parajes marítimos excepcionales. Entre todas ellas la gruta de Benagil sobresale por su belleza.
Se trata de una cueva de gran tamaño que también es conocida como «la Catedral», ya que asemeja una si la ves desde el exterior, con sus tonos dorados y amarillentos. No es posible acceder a ella pie, así que es necesario llegar en kayak o en alguna ruta en barco de las que se ofrecen en la zona y que parten desde la playa de Benagil o desde la playa de Carvoeiro. También es posible alcanzarla a nado, pues se encuentra a unos 60 metros de la playa de Benagil.
Bom Jesus do Monte
A unos 5 kilómetros del centro de la ciudad de Braga, se encuentra el santuario Bom Jesus do Monte, un conjunto arquitectónico en el que encontrarás la iglesia de estilo neoclásico y una impresionante escalera barroca, denominada Escadiaria do Bom Jesus.
Esta escalinata dieciochesca, con casi 600 escalones, asciende en 17 tramos que forman terrazas hacia el santuario. Entre ellos destacan sus capillas, la Escadaria dos Cinco Sentidos y la Escadaria das Três Virtudes. También es posible ascender por medio de un funicular, por carretera o por los senderos de la montaña.
Rincones de Portugal: Praia de Miramar
Otro rincón singular de Portugal, y no demasiado conocido, es la playa de Miramar, también denominada Praia do Senhor da Pedra, ya que en ella se alza la Capela do Senhor da Pedra. La singularidad de esta capilla de planta hexagonal, construida sobre las rocas y batida por las olas, es uno de los principales motivos por el que este sitio es tan hermoso. La encontrarás a unos 10 kilómetros de Vila Nova de Gaia. En temporada baja, tiene un encanto especial, ya que podrás disfrutarla con menor afluencia de gente.
Parque de Monserrate
Uno de los parques más maravillosos de Portugal se encuentra a unos 4 kilómetros de Sintra y a unos 30 kilómetros de Lisboa. Nos referimos al Parque de Monserrate, que cuenta con 30 hectáreas y hermosos jardines diseñados en el siglo XVIII y ampliados durante el siglo XIX.
Entre todos ellos, se alza el Palacio de Monserrate, construido como residencia de verano para la familia de Francis Cook en estilo morisco, y frente a cuya entrada destaca la Fuente del Tritón. Es posible también visitar su interior.
Cementerio de las Anclas
En la bella y turística región del Algarve, se localiza otro de esos rincones singulares de Portugal: la Praia do Barril (Tavira), en la que se ubica el Cementerio de las Anclas (Cemitério das Âncoras). Este lugar fue un asentamiento de pescadores en el que sus antiguas casas se convirtieron en cafeterías, restaurantes y pequeñas tiendas, y en el que el cementerio es uno de sus mayores atractivos.
Aquí se encuentran, sepultadas en parte en la arena de sus dunas, las anclas que conmemoran a la flota que se dedicaba a la pesca de atunes. Un sitio tan especial como único para conocer en cualquier momento del año.
Palacio de Mateus
Uno de los edificios excepcionales de entre los numerosos que puedes visitar en territorio portugués, es el barroco Palacio de Mateus (Fundação da Casa de Mateus, Casa de, 5000-291 Vila Real, Portugal). Se construyó por orden de António José Botelho Mourão, y en el año 1910 fue catalogada como Monumento Nacional.
Además de la belleza de sus jardines, su capilla, su bodega y su edificio, en el interior puedes contemplar una exposición permanente con piezas de elevado interés artístico e histórico, recorriendo los aposentos, la sala de armas, la biblioteca, que atesora la primera edición de Os Lusiadas e Camões, y la sala de visitas, entre otras estancias.
Buddha Eden
Hay un lugar en Portugal que resulta tan curioso como poco conocido por muchos viajeros. Y es que en el municipio de Bombarral, con alrededor de 35 hectáreas, se encuentra el jardín oriental de mayor tamaño de toda Europa.
Se trata del Buddha Edén Jardim da Paz, que se proyectó como muestra de protesta por la destrucción de los Budas de Bamiyán en Afganistán. En él encontrarás enormes budas, estatuas, esculturas y pagodas, que puedes contemplar mientras paseas a pie o subiendo al pequeño tren que recorre los jardines.
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