En el puente de mayo, las ganas de descubrir rincones nuevos de España al volante se disparan. Con la primavera en su esplendor, la temperatura invita a disfrutar del aire libre, de la cultura, de la naturaleza, y de la rica gastronomía que caracteriza a cada rincón de nuestro país. Aquí te propongo varias ideas para una escapada en coche durante el puente de mayo que combinan la belleza natural con el patrimonio cultural, ideales para recargar energías y vivir experiencias inolvidables.

1. Ruta por los Pueblos Blancos de Andalucía

Grazalema
Grazalema

La ruta por los Pueblos Blancos de Andalucía es un viaje cromático y sensorial a través de la serranía gaditana y malagueña, donde los pueblos se funden con el cielo y la tierra. Inicia en Arcos de la Frontera, un balcón natural con impresionantes vistas al río Guadalete. Continúa hacia Grazalema, ubicado en el corazón del parque natural que lleva su nombre, refugio de especies endémicas y rutas de senderismo que revelan cascadas ocultas y bosques de pinsapos.

La ruta culmina en Ronda, una ciudad suspendida en el tiempo, dividida por el impresionante Tajo de Ronda. La visita a las bodegas locales, donde el vino se elabora con pasión y tradición, es un must para los aficionados a la enología.

2. Descubrimiento del Camino de Santiago del Norte

Lugo
Lugo/Depositphotos

El Camino del Norte hacia Santiago es una fusión de paisajes marinos, historia y espiritualidad. Comenzando en San Sebastián, la ruta te invita a degustar la alta cocina vasca antes de sumergirte en la belleza natural de las playas y acantilados del Cantábrico. En Santillana del Mar, el tiempo parece detenerse en sus calles medievales perfectamente conservadas.

Avanzando hacia Galicia, Lugo sorprende con su imponente muralla romana, patrimonio de la humanidad. Finalmente, la llegada a Santiago de Compostela emociona a peregrinos y visitantes por igual, con su impresionante catedral como testigo de miles de historias de fe y superación.

3. Travesía por la Ruta del Cid

Catedral de Burgos
Pixabay

La Ruta del Cid es una inmersión en la épica medieval española. Burgos ofrece el punto de partida ideal con su majestuosa catedral y la presencia omnipresente de El Cid. La ruta se adentra en Soria, donde los versos de Antonio Machado resuenan en cada rincón. Teruel y Albarracín muestran la influencia musulmana y medieval con sus torres y murallas.

Llegar a Valencia, el final del viaje del Cid, es descubrir una ciudad vibrante donde la historia convive con la modernidad. Los amantes de la literatura y la historia encuentran en esta ruta un camino lleno de leyendas, batallas y hazañas.

4. Viaje por la Alcarria

Alcarria madrileña
Alcarria madrileña

Explorar La Alcarria es sumergirse en una España profunda y meliflua. Guadalajara, puerta de entrada a esta comarca, es el inicio de un viaje que revela la belleza de lo sutil. Pastrana sorprende con su plaza mayor y el recuerdo de la Princesa de Éboli. Brihuega, con sus campos de lavanda, ofrece un espectáculo visual y olfativo en verano.

Cifuentes y su entorno natural invitan al descanso y la contemplación. La ruta es también un homenaje a Camilo José Cela y su viaje a La Alcarria, convirtiéndose en un itinerario literario y sensorial.

5. Exploración del Parque Nacional de Doñana y la Costa de la Luz

Flamingos feeding

La visita al Parque Nacional de Doñana es una aventura ecológica única en Europa. Este enclave biodiverso es hogar de especies como el lince ibérico y el águila imperial. La ruta continúa hacia la Costa de la Luz, donde las playas de fina arena y los faros solitarios dibujan paisajes de ensueño.

Huelva y Cádiz ofrecen no solo playas sino también una rica historia vinculada al descubrimiento de América y la tradición marinera. El atún rojo, capturado mediante la milenaria técnica de la almadraba, es protagonista de una gastronomía local que sorprende y deleita a quienes buscan sabores auténticos.