4.3/5 - (6 votos)

Un total de 2.400 páginas, 70.000 voces y 120.000 acepciones. Es el Diccionario de americanismos, una de las obras cimeras de la Asociación de Academias de la Lengua Española en las que podemos bucear en la fascinante historia del español en América y su proceso de hibridación con las lenguas indígenas.

Un caso paradigmático de este proceso de hibridación lingüística es el de Perú en el que el español ha estado influido por una cincuentena de lenguas y dialectos entre los que destaca el quechua, el aimara y las diferentes lenguas amazónicas, “Sierra, Selva y Costa”, como dice Julio Calvo Pérez, lexicógrafo de la Academia Peruana de la Lengua y director del Diccionario de peruanismos, que configuran las tres principales áreas geográficas que caracterizan también el complejo mapa lingüístico del Perú.

15 expresiones peruanas

Historia quechua
Historia quechua

Tratar de resumir la riqueza del español de Perú (y de cualquier otro país o región hispanohablante) es una tarea más que compleja (especialmente cuando existen miles de expresiones y palabras en hasta tres grandes regiones lingüísticas), pero también apasionante porque es una manera de recordar la suerte que tenemos los hispanohablantes de hablar una lengua con tantas variantes e infinitos matices que no hacen sino enriquecernos… y sacarnos una sonrisa.

“Oe, tu carro es chévere, pe”

Empezamos por algo sencillo que no solo los peruanos reconocerán, sino también buena parte de los hispanohablantes. Y es que “chévere” es una de esas expresiones que llegó a España a través de la cultura popular, particularmente de las telenovelas.

Pero más bien cabría decir que “regresó” ya que algunos lingüistas aseguran que la palabra “chévere” fue primero de Andalucía a América. Y es que no hay que olvidar que el castellano llegó a América en primer lugar a través de andaluces, extremeños y canarios que aportaron sus propias singularidades, las cuales también configuraron las diferentes variantes del español en América

No obstante, otros estudiosos consideran que “chévere” proviene de la caribeña lengua efik o de la africana lucumí, extendiéndose después por toda América. Sea como fuere, hoy pocos desconocemos que la palabra “chévere” significa estupendo, buenísimo, excelente, primoroso, gracioso, bonito, elegante, agradable y etc. etc.

Tu gil no es chancón, es medio lenteja

“Gil” es pareja, “chancón”, inteligente, y “lenteja” se puede traducir por lento o falto de astucia. Así que si te dicen esa frase es que están poniendo en duda que tu novio sea tan listo como tú te crees.

¡Ya basta de yucas, llullampa!

“Yuca” tiene diferentes acepciones en peruano, desde un arbusto del que deriva que se conozca con este término a las piernas, hasta el engaño o embuste tal y como aparece en esta frase. Por su parte, “llullampa” es un término que procede del quechua y significa “mentiroso”.

Yo de chiquillo fui un poco vicioso y cachaciento

La palabra “vicioso” en Perú, según el contexto, no tiene la misma significación que en el castellano peninsular. En este caso se refiere a revoltoso o travieso, mientras que “cachaciento” es una persona que se burla para provocar la reacción de otros. No obstante, en Uruguay y Argentina, significa “persona parsimoniosa”.

Celebración de un gol entre aficionados del Alianza - Fuente: Unsplash
Celebración de un gol entre aficionados del Alianza – Fuente: Unsplash

¡Ujujuy, ese hombre es un cuerazo, un fachoso!

Ujujuy es un ave negra de pico blanco, concretamente el Fulica gigantea, pero también sirve para designar admiración por algo, una especie de “¡Vaya!” o “¡Lavín!” en Andalucía. Por su parte, “cuerazo” es persona guapa, pero también “caída” (y otras cosas) en Cuba… “Fachoso” es un sinónimo menos vulgar, alguien de apariencia agradable.

¿Cuál es tu cau cau? ¿Nos vemos para el takanakuy?

El “cau cau” es un guiso de mondongo (o callos) y patatas pero también es una expresión que sirve para decir “¿cuál es tu problema?” en plan Travis Bickle en Taxi Driver: ¿me estás mirando a mí? Porque no veo a nadie más por aquí… Por su parte, el takanakuy es una de las tradiciones más singulares de Perú: una especie de Club de la Lucha navideño en el que se arreglan los conflictos del año que termina a puñetazos y patadas.

¡Vaya bomba se metió, es que es un pollo, va a debocar!

Para no perder las buenas costumbres en estos repasos a las diferentes expresiones típicas de regiones y países, una mención a las melopeas que siempre nos legan locuciones de lo más graciosas. En este caso, no hay mucho que explicar, ¿no? El pollo (que no se controla con el alcohol) se bebió hasta el agua de los floreros y le sentó mal: apártense que va a debocar… es decir “vomitar”, “echar la pota”, etc.

¡Vendepatrias, sacavuelteros! ¡Nos han dejao misio!

Nadie está libre de políticos que no ejercen su labor con un mínimo de honestidad y eficiencia. A la hora de protestar por las acciones más o menos censurables de nuestros amados gobernantes, en Perú tampoco faltan diversos términos más o menos gruesos: nos quedamos con unos bastante finos por si hay niños leyendo. En el caso de “sacavueltero” también se puede utilizar como sinónimo de infiel a nivel sentimental. En cuanto a “misio” significa sin dinero, también algo de mala calidad.

Una mujer trabajando - Fuente: Unsplash
Una mujer trabajando – Fuente: Unsplash

¡Qué roche! ¡Esto tiene que ser una chacota! ¡Se ha quedao jato!

“Roche” es una palabra con varios significados en Perú. Puede ser una cosa notoria o visible, o también el acto de ocultarlo, o incluso “alboroto”, pero en este caso significa “vergüenza” o “deshonra”. “Chacota” es una broma, también en Chile. Y “jato” es que alguien está dormido. Así pues esta frase sería algo así como: ¡qué vergüenza! Esto tiene que ser una broma, se ha quedado dormido.

¡Déjate de huevadas, que no tienes calle!

“Comentario o acción que carece de sentido o roza el absurdo”, según el Diccionario de peruanismos, mientras que la expresión “no tienes calle” también la podemos inferir: se dice de alguien que no tiene experiencia.

Chapa tu combi, huelepedos

Nos dice el Diccionario histórico de la lengua española que etimológicamente hablando se trata de un compuesto entre “oler” y “pedo”. Hasta ahí todo bien. Pero dependiendo del país y el contexto su significado puede variar, desde designar a la persona que acompaña a otra para vigilar su comportamiento hasta aquella que se mete en todo. También se usa para nombrar a personas serviles, aduladoras y obedientes. En cuanto a “chapar el combi” es algo así como “métete en tus asuntos”.

Una mujer vestida con un traje tradicional de Perú - Fuente: Unsplash
Una mujer vestida con un traje tradicional de Perú – Fuente: Unsplash

No tengo chamba y estoy aguja, hazme la gauchada y déjame unas lucas

Pues que el tipo no tiene curro, está pelao y le pide a un colega que, por favor, le haga un favor y le deja algo de dinero.

Esto es impajaritable, no me vengas con paparuladas, zamarullo

Pues que esto es impepinable, que no me vengas con tonterías, bobalicón. El primer y gracioso término también se usa en Chile y Ecuador, mientras que “paparulo” es común también en Argentina y Uruguay.

¡Asu mare!

Tiene una saga de películas en Perú de considerable fama, así que no podía faltar esta expresión que es algo así como el “wow”, “redios”, “lavín” y tantas cosas más según el sitio en el que te encuentres.

Bandera de Perú - Fuente: Unsplash
Bandera de Perú – Fuente: Unsplash

Esto es bacán, vale un Perú

En el Diccionario de peruanismos ponen esta frase de ejemplo para entender lo que significa “bacán”: “Ya, pues, ponme la visión bacán, voy y le doy vuelta al toque nomás. Será tres ferros la chamba”. Pero necesitaríamos un diccionario del diccionario para entender toda la frase. De cualquier forma, “bacán” es eso, “chévere”, la “rehostia”, etc. Y que “vale un Perú” o “un Potosí”, pues que vale un imperio, de riqueza extraordinaria… como la lengua española en todas sus infinitas variantes, ¿no?